Tenemos un fuerte compromiso con la tierra. Creemos que para crear vinos increíbles de verdad, primero tenemos que escuchar y honrar la tierra. Nuestras uvas orgánicas crecen en suelos naturalmente bendecidos de las mejores regiones vitivinícolas de Argentina. Allí, hacemos un seguimiento de las uvas desde que nacen hasta que llegan a la botella, y estamos involucrados en cada paso de ese proceso.
El nombre "Ojo de Agua" significa la fuente de todos los seres vivos, la esencia de toda vida. Argentina tiene la bendición natural de su increíble agricultura. La llamamos El Dorado, La tierra dorada, un inmenso país que posee muchas zonas climáticas que abundan en suelos exuberantes y una rica mineralidad. Esta esencia de vida se expresa en cada botella de vino que hacemos.
Honramos éticamente y de forma sustentable a nuestra tierra, a nuestra gente, a la Argentina y a aquellos que toman nuestros vinos. De nuestros viñedos a tu copa, de nuestra finca a tu mesa, de nuestras manos a las tuyas, celebramos los grandes vinos de Argentina.