Nuestros vinos honran el gran legado de Ojo de Agua en Argentina. Ojo de Agua nació en 1868 cuando el legendario Pedro Luro compró la tierra al pie de la Sierra de la Vigilancia a la Sociedad Rural Argentina. Poco después, gracias al suelo y al clima ideales, se convirtió en la meca de las carreras de pura sangre, y se dedicó a la crianza de los mejores caballos no solo en Argentina, sino que es conocido en todo el mundo por sus padrillos galardonados.
1868
La Estancia Ojo de Agua, sobre 2.000 hectáreas de tierra al pie de la Sierra de la Vigilancia, nació en 1868 gracias a Pedro Luro, que la compró a la Sociedad Rural Argentina. Está ubicada en General Pueyrredón, entre Mar del Plata y Balcarce. Ojo de Agua, el nombre viene de los miles de litros de agua natural de manantial de las montañas, que fluyen diariamente por la finca.
1880's
La zona es elegida por su suelo y clima ideales. Comienza la cría de caballos de carrera de pura sangre y se construye la master estancia house. Master Estancia House.
1903
El primer padrillo, Kendal, que fue traído de Inglaterra, modificó la reproducción de los caballos de pura sangre en Argentina. Los caballos de Ojo de Agua comenzaron a recibir premios y honores internacionales.
1908
Se compran más padrillos famosos, como Cyllene y Polar Star. Cyllene es conocido como "El Mejor Caballo del Mundo", ganó el National Prize tres veces en Buenos Aires, e incontables ofertas de millones de dólares. Su dueña, Doña María Luro dice: "Cyllene no tiene precio y no está en venta". Cyllene
1930
Congreve, que revolucionó el Turf Mundial, fue comprado en 1930. 170 hijos suyos son ganadores, y seis ganaron el Gran Premio Nacional, la carrera más antigua en Sudamérica.
1954
Compra de Aristophanes, el padre del glorioso Forli, que más tarde gana los premios nacionales más importantes. Ganador de la Triple Corona en Argentina, es enviado a Estados Unidos. Otro ganador.
1970
Compra de Good Manners, el padrillo con más victorias en Argentina, considerado el padrillo abuelo.
1996-al Presente
Dieter Meier compra la estancia Ojo de Agua, manteniendo la estética y el encanto del siglo XIX. Meier ve un increíble potencial ganadero en esta Tierra Dorada, y comienza a criar ganado, producir carnes, y honrar la historia y el legado de Ojo de Agua en Argentina. También viaja por todo el país buscando el suelo más rico para elaborar vinos y productos naturales en Mendoza, Salta y la Patagonia.