En Ojo de Agua nuestro ganado pasea libremente por el gran campo argentino, se alimenta naturalmente de suculentos pastos verdes y granos enteros, que es lo que le da a la carne el sabor delicioso característico, imposible de conseguir en un cebadero.
Los estancieros de Ojo de Agua siguen planes naturales de engorde para asegurar la calidad de vida una vez que los novillos alcanzan los 18 a 24 meses, y pesan 480 kilos. No solo hemos creado esos altos niveles de calidad de vida, sino que también tenemos certificado suizo.
Nuestros animales tiene una historia, y para nosotros es importante que nuestros clientes sepan de dónde viene la carne. Es por eso que cada corte está etiquetado y se lo puede identificar desde sus orígenes, así el consumidor puede ver que nuestra carne vacuna de pastoreo va de la finca argentina de Ojo de Agua directamente a su mesa.